Ecstatic Dance

El Ecstatic Dance nació hacia el año 2000 en Hawái de la mano de jóvenes Norteamericanos huidos del continente, hartos de la manera materialista y individualista de lo que llamamos la ‘American way of life’. Y seguramente fue al juntarse estos dos mundos tan diferentes, estas culturas contrapuestas entre la manera de vivir en la isla respecto al continente americano, la que dio pie al lento desarrollo y descubrimiento de lo que hoy conocemos en todo el mundo como Ecstatic Dance. Es como una fusión entre el libre y violento fuego interno de un volcán junto al racionalismo más académico.

Hasta donde se sabe, no fue hasta el mes de julio del 2010 que no se hizo la primera sesión de Ecstatic Dance en el viejo continente. Fue de la mano de un joven DJ Catalán conocido por el nombre de Albert Pala que tuvo la visión de replicar esta práctica en una pequeña sala de baile de Barcelona. Y a partir de allí ya nunca más dejó de hacer lo que más le gustaba, que era precisamente facilitar sesiones de DJ a través de la música y, por aquel entonces, de los platos de discos. Si quieres ampliar esta información y a la vez disfrutar de un buen libro, puedes comprar su obra titulada Ecstatic Dance, bailando hacia la libertad. Hasta la fecha es el único libro escrito sobre el tema que yo sepa.

Y a estas alturas os estaréis preguntando ¿qué es el Ecstatic Dance? ¿Cómo se practica? ¿En qué consiste? Pues no es una pregunta fácil de responder, ya que lo que primero que hacemos en una práctica de Ecstatic es un círculo donde nos reunimos todos y donde suelo decir que el Ecstatic Dance no se puede explicar y que la mejor manera de aprender es practicarlo, sentirlo y vivirlo. Aun así, como aquí solo podemos escribir, aunque te invito a que lo pruebes MUY encarecidamente, vamos a tratar de definirlo un poco, y explicar cómo es una sesión y poner algún punto sobre las ‘íes’.

Las sesiones de Ecstatic Dance suelen empezar con un círculo para explicar las pautas y el funcionamiento del mismo. Se siguen unas simples normas como son: No juzgar ni a los demás ni a uno mismo, no tomar o hacer uso de sustancias que alteren la conciencia y la mente como son drogas o alcohol, bailar totalmente descalzos y se prohíbe el uso de la palabra, aunque sí está permitida la expresión a través de gestos y gritos o ruidos orgánicos en caso de necesidad. Las normas no están pensadas para prohibir y poner límites, sino muy al contrario, son para permitir que todo el mundo transite por el mismo marco y que estas te permitan la expansión. Por ejemplo, no llevar calzado nos conecta directamente y sin interferencias con la tierra y nos iguala a todos. El negar el uso de la palabra tiene por objeto eliminar en la medida de lo posible la mente y las interferencias sociales. Tras esta breve explicación le suelen seguir algunas breves prácticas de liberación, tales como respiraciones o movimientos espontáneos del cuerpo a modo de calentamiento y enraizamiento.

A partir de aquí, una vez finalizada esta fase, empieza a sonar la música facilitada por el DJ que será el encargado de hacernos transitar por diferentes estados a lo largo de la sesión. Aunque la duración de la misma no está establecida, suele ser de unas 2 horas por norma general, aunque no son infrecuentes sesiones de 4 horas ininterrumpidas de la mano de 2 Dj’s.

La sesión de Ecstatic Dance fomenta la expresión libre a través del baile, sin coreografías fijas y con un enfoque en la conexión personal y grupal, dando lugar a una verdadera transformación interior que facilita a los participantes romper al instante con patrones personales y sociales. Es una práctica en la que no se requiere ninguna habilidad especial, más que el profundo deseo de explorar nuestro propio interior de manera sana y divertida. Es como un laboratorio en el que cada persona descubre cosas de sí mismo y en el que experimenta con su propio cuerpo.

Es una práctica guiada por un facilitador DJ que se encarga de hacernos transitar por diversas emociones a través de la música. El Ecstatic Dance fomenta la expresión libre a través del baile, sin coreografías fijas y con un enfoque en la conexión personal y grupal, dando lugar a una verdadera transformación interior que facilita a los participantes romper al instante con patrones personales y sociales. Es una práctica en la que no se requiere ninguna habilidad especial, más que el profundo deseo de explorar nuestro propio interior de manera sana y divertida.

Las sesiones se suelen cerrar con un círculo en el que todos los integrantes son invitados a hacer partícipes a los demás sobre su experiencia, de forma que todo el mundo pueda dar su visión personal sobre su experiencia por igual. Suele ser uno de los mejores momentos porque la conexión que se puede ver y sentir tanto en uno mismo como en los demás es enorme comparada con cómo todos empezaron. Aquí es donde se ven y se siente la transformación del grupo. Es un momento muy emotivo y muy enriquecedor como seres humanos que somos. Aquí se aprecia que no hay diferencias y que todos somos uno.

Si has llegado hasta aquí, muy probablemente es porque te ha interesado y, por lo tanto, solo te resta probarlo y disfrutarlo!! ¿Nos vemos en la próxima sesión de Ecstatic? Eso espero :))

Dj Uri Matsuri

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