¿Qué es la confianza? Esta palabra nos propone que tenemos que “conectar” con la “fe”. Lo que implica entre muchas otras cosas, abandonarse a, apoyarse en, dar crédito, seguridad en sí mismo. Sin embargo, la confianza al igual que cualquier otro concepto no tiene contenidos aparte de los que articulan los usos de las palabras. […]

¿Qué es la confianza?

Esta palabra nos propone que tenemos que “conectar” con la “fe”. Lo que implica entre muchas otras cosas, abandonarse a, apoyarse en, dar crédito, seguridad en sí mismo.

Sin embargo, la confianza al igual que cualquier otro concepto no tiene contenidos aparte de los que articulan los usos de las palabras.  Las palabras son poderosas, pero no por mostrar la realidad, sino por el contenido simbólico que el que las escucha tiene al respecto del concepto que expresan. Claro esta que ninguna palabra, ni la definición de la misma es contenedora de la realidad que intenta describir, por ejemplo, ni la palabra persona, ni su definición con palabras no puede reflejar más que el sesgo del momento, el lugar, el que la utiliza la palabra y el que la recibe, lógicamente lo mismo ocurre con todas las otras palabras.

Si la palabra solo nos puede contener con una parte de la realidad, entiendo que la mejor forma de usar las palabras es explicando las distintas formas en que se puede vivenciar la confianza.

Confianza materialista

Uno de los puntos de vista muy extendido, siempre dentro del auto desarrollo, es ver la confianza como alcanzable gracias a una estrategia, siguiendo una serie de puntos o parámetros, donde los sujetos han de depositar su fe en las propias facultades o capacidades, lo cual por un lado favorece la autoestima basada en una valoración positiva de uno mismo, y por otro lado predispone a quien usa la confianza de este modo a conseguir sus deseos.

Esta forma de entender la confianza, está basada en el materialismo fenomenológico altamente individualista, en donde se quiere tener el control para que dure algo o se produzca algo, con necesidad de control como demuestra el hecho de construir una estrategia, lo cual expresa una falta de confianza en el resultado, e implica miedo y desconfianza, justamente lo contrario de lo que se persigue. Como decía Krishnamurti uno no teme lo desconocido, sino el fin de lo conocido. Además, hemos de preguntarnos, si para poder tener confianza en algo, ese algo tiene que tener cierta durabilidad, ¿Cómo es posible confiar en lo material? Cuando por definición es efímero y transitorio. Sin duda este modelo de confianza nos llevara por una montaña rusa emocional, de momentos de euforia a momentos deprimidos.

Confianza en Dios

Otra forma de generar confianza es depositando la fe en Dios, y aceptando sus designios como expresiones de su sabiduría. De esta manera, siempre que se acepte realmente la voluntad de Dios, y no lo convierta en otra forma de trueque para conseguir los propios deseos, el adepto encuentra algo atemporal donde depositar la confianza, y por tanto una forma estable de experimentar la confianza y la vida en general. El problema para vivir dentro de este estilo de confianza, es justamente ser capaz de experimentar a Dios, dado que, sin esta experiencia directa, el adepto puede centrarse en un elenco de creencias y valores preestablecidos, pero creer no es confiar, es delegar el miedo.

Confianza a través de la experiencia directa

Para finalizar, una ultima forma de tener confianza, parte de la fe obtenida de la experiencia directa, que resulta una realidad universal, es decir, que es cierta para uno mismo y para todos los demás. Cuando una verdad es relativa, no es una verdad. Esta forma de entender la confianza se separa del materialismo espiritual, donde la realidad es aquello que uno siente, aunque los otros no lo sientan así. Por tanto, cuando hablo de experiencia directa de la confianza, no me refiero a un sentimiento más o menos agradable que se consigue con alguna practica o vivencia, sino a la conexión con una realidad compartida por todo aquel que la experimente, es como el Dharma, es decir la ley en que funcionan las cosas de forma universal. Reflexionemos u momento ¿Porque confiamos en que mañana saldrá el sol?, no es necesario creer, simplemente lo experimentamos directamente y como una realidad universal.

¿Cómo se llega a la confianza mediante la experiencia directa?, a parte de conseguirlo de forma casual, lo usual es mediante distintas prácticas, que faciliten la conexión con el sí mismo, que es en definitiva una expresión del Sí universal. El silencio enriquecedor nos abre puertos. La confianza es un lugar donde impera el amor que hay a ti, en vez de por, porque el miedo asfixia el amor. La confianza conecta con la verdad, ¿Cómo confiar en una mentira? En la confianza autentica hay una autoestima basada en el conocimiento, no en la sobrevaloración de uno mismo. La confianza produce ejemplaridad como muestran los grandes maestros de todos los tiempos. La confianza, practica una escucha abierta, acepta la revisión de valores y creencias. Y si bien conectar con la confianza es una tarea difícil, una vez alcanzada todo nos parece más fácil, sin confianza el mundo se hace cuesta arriba.

Y si necesitamos un lema tal vez pueda sernos útil usar este del Dalai Lama “Cada día, cuando te despiertes, piensa “hoy me siento afortunado de estar vivo, tengo una preciosa vida humana, no voy a desperdiciarla”

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